martes, 17 de noviembre de 2009

Introspección y silencio

Si has descubierto la inclusión intrínseca que hay en el todo, solo ha sido por un camino de introspección. Todos tenemos que llegar tarde o temprano, en esta u otra vida, a la instancia del silencio que viene tras la introspección. En ese momento, en tu interior, en tu quietud puedes vislumbrar lo que siempre ha estado, tu luz conteniendo todas las respuestas que has buscado. Ves el todo al que perteneces y que esta dentro de ti como un universo magnífico.


A través de la mirada interna de la introspección se depura la mente del engaño que la infesta, restaura su luminosidad, su sanidad y la libera del prejuicio social y cultural previamente adoptado.


Mirarse no es fácil, implica internarse en el yo y hurgar en sus verdaderos sentimientos y motivaciones. Cruzar el umbral del ego, la personalidad, la máscara. En definitiva desnudar y aceptar lo que la mente ha disimulado por años.


Nuestro intelecto internaliza el entorno en la niñez y desde allí comienza su carrera de armamento. Dependiendo de las circunstancias y experiencias que almacena producirá un patrón de protección al medio.


El niño descubre que es mejor unirse al enemigo que enfrentarlo, por lo tanto es uno de los métodos básicos de sobrevivencia del común de las personalidades. No destacar por la diferencia, sí por la excelencia.


El ego( intelecto) no quiere ver las debilidades y para ello las enmascara conformando poco a poco la personalidad. No todo es lo que parece. Nuestra mente a través del subconsciente acomoda miedos y los usa como ladrillos de la personalidad.


Es casi imposible conocerse de manera natural, conocemos y nos identificamos con la personalidad adquirida, creemos ser ésta, creemos ser nuestro carácter y nuestras cualidades que el ego quiere destacar.


Para auto-definirse y re-confirmarse el ego busca constantemente el reconocimiento y la aceptación de sus pares, a modo de espejo se mira a través de ellos y tratando de mejorar la imagen se exige y compite en un mercado de afectos condicionados.


El niño creyó que el amor se ganaba, así lo enseñan los padres, portarse bien es la regla, único camino para recibir los elogios que confunde con amor porque van acompañados de abrazos y frases hermosas. Allí se gestó el amor condicionado, el pan de cada día. El que mueve la masa, el amor que alimenta nuestra personalidad.


Mirarse desnudo implica desenmascarar al ego, comprender la personalidad propia y los mecanismos mentales que la sostienen y finalmente ver defectos y virtudes, que son la fórmula mágica.


Para ser auténtico hay que descubrirse y amarse. Liberarse de la mente que reprime y exige para andar al propio ritmo de acuerdo a sentimientos y emociones propias. Volver al niño que se expresa sin vergüenza, con llanto o enojo de acuerdo a su sentir.


Es un camino de valentía y rebelión producto de la revolución personal que surge. Alma y ego se enfrentan para finalmente unificarse y conformar un ser pleno que ha dado vida en sí mismo a la inclusión.


Una auténtica retrospección te re-encuentra con el amor propio y con ello descubres un nuevo tipo de amor, uno incondicional. Si eres capaz de amarte incondicionalmente entonces eres capaz de brindar amor incondicional. Si te amas sin máscaras puedes amar a otros con su luz y su oscuridad. Ya sabes que es parte de la vida. Creciste, ya puedes ver el contenido completo de tu prójimo sin filtrar, aceptando el todo que hay en él.


Todo es lo que hay, es nuestra verdad, somos hechos de luz y sombra. Positivo y negativo, protones y electrones que se completan con el neutrón. Surge en tu conciencia la trinidad energética en plenitud y te descubres, te conquistas y te amas. Desde tu centro has visto el todo y la verdad del ser en su expresión plena.


Ya no hay autocrítica constante, hay una profunda aceptación y amor y del amor surge tu poder máximo. El amor que prevalece y hace prevalecer a quién lo porta y lo contiene en su interior. El amor fecundo del que brotan pensamientos fecundos y verdaderos, camino seguro para quién busca elevarse y realizarse.


Te has ido despertando poco a poco, y la claridad se expande en tu mente. Los síntomas van surgiendo en ti de forma cíclica, un giro te lleva al otro y así en sucesivas olas de información viva que te impele a seguir. No hay marcha atrás, no es posible, tu consciencia se ha expandido y ya no puedes ignorarla y dormirte. Sin embargo te has salido del sistema, lo desaprendiste, se desprogramó en tu mente. El camino no está trazado lo haces a cada paso, estas viviendo el ahora.


Por Marisol Stevens











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